Con tan solo siete años de edad Karina ya había ganado dos concurso de belleza infantil, era una niña preciosa, morena, delgada, cabello negro como la noche y ojos brillantes como estrellas. Mimada desde que nació y chuleada por todo aquel que la conocía. Amaba recibir cumplidos, tal y como su signo del zodiaco lo indicaba había nacido para ser el centro de atención.
En el colegio siempre perteneció al grupo de chicas populares, era carismática y sociable, pero no muy inteligente. Su belleza compensaba prácticamente cualquier defecto que pudiera tener o al menos eso pensaba, se las arreglaba para sacar buenas notas, haciéndole ojitos a un compañero estudioso, prometiéndole las estrellas a la cerebrito o hablando con ternura a los maestros.
Erróneamente creyó que tenía al mundo en sus manos, porque nadie le advirtió de los “chicos malos”, esos a quienes aunque podía impresionar a primera vista lo disimulaban bastante bien, fingían ser inmunes a sus encantos y sin ponerse de acuerdo la convirtieron en el mejor juego inventado por el sexo masculino.
Andrés fue el primer participante, le gustaban las chicas rubias y así que Karina decidió teñirse el cabello, lucía espectacular pasó de ser una sensual gitana a una princesa escandinava. Fueron novios durante dos años.
Miguel fue el segundo, tenía predilección por los ojos verdes y piel bronceada, Karina compró un par de pupilentes y asistió a 12 sesiones de bronceado, al final se veía como una de las integrantes de “Guardianes de la bahía”. Estuvieron juntos casi un año.
Oscar, el siguiente participante le hizo saber de su obsesión por Angelina Jolie y haciendo énfasis sus sensuales labios, así que Karina se puso botox en la boca, se hizo microblading y de paso la bichectomia para afilar su rasgos, para cuando volvieron a verse Oscar quedó encantado con ella, fueron novios por seis meses hasta que él tuvo que mudarse.
René, un jugador competitivo quizo probar la determinación de Karina, así que cuando se conocieron le contó su fascinación por las modelos, la cintura de avispa, cuerpo tonificado, pechos redondos y trasero firme. Karina, siendo aún más competitiva y decidida a volver loco a su nuevo enamorado antes de que alguien más se lo ganara, llegó al extremo, se quitó dos costillas, se hizo la liposucción y operación de busto y glúteos. Por desgracia Kari lo único que consiguió fue un acostón en un motel barato.
Esa noche, cuando Karina se miró en el espejo debió de haber reaccionado, la niña bonita que algún día fue, había quedado sepultada entre tintes, agujas y silicona. Le gritaba que se detuviera, que dejara de complacer al primer galán que se le atravesara, pero Karina sólo escuchaba los aplausos imaginarios, los susurros de sus admiradores que la deseaban porque era hermosa, perfecta, siempre dispuesta a transformarse en la mujer de sus sueños, aunque cada sacrificio que hacía por ellos solamente la acercaba más a la muerte.
– Sue FC –