¿Bloqueo de escritor? He oído sobre él, dicen que es por el estrés, la ansiedad y sepa cuánta cosa que se ha inventado estos últimos años, pero todo eso son mentiras, patrañas y falsedades, ¿quieres saber la verdadera razón?
Déjame contarte la historia de una talentosa escritora, sus ideas fluían como ríos salvajes, libres. Personajes consistentes, no como los de las telenovelas. Historias originales con giros inesperados que atrapaban a los lectores como moscas en una telaraña.
Alguna vez alguien le preguntó su secreto, ella se limitó a decir con una sonrisa, que los personajes le hablaban en sueños, indicándole lo que querían hacer. Ella se consideraba a sí misma como el puente que les permitía contar su vida.
Pero como en la vida de todo escritor, siempre habrá personas que quieran opinar, influir en la trama, criticar lo que creen conveniente y lo que no también. Le dijeron que no la tomarían en serio si no prestaba oídos a las voces reales. Así que decidió hacerlo, “cambia aquí”, “quita allá”, “que sea bueno”, “que sea malo”, “que la inclusión es crucial en estos días”, “incluye un personaje homosexual y uno negro”.
La escritora obedeció, no tanto porque le gustaban las sugerencias, sino porque quería llegar a más personas con sus cuentos.
Y entonces sucedió, justo a la mitad de un nuevo libro, el bloqueo de escritor se instaló en su cabeza como paracaidista en un cerro, bloqueando el paso de las ideas entre su corazón y su cerebro, dejándola como una mortal cualquiera incapaz de crear vida por medio de su pluma. Frustrada, salía a dar largos paseos para inspirarse, pero donde antes veía magia ahora solo quedaba la triste realidad. Devoraba libros de otros escritores, esperando hallar entre las páginas la ayuda de las letras, pero todas ellas le dieron la espalda.
Los días pasaron y la pobre escritora no lograba entender dónde se había escondido su talento. Presa de los tiempos de entrega, llevó sus dudas y angustias hasta lo mas recóndito de su ser, al centro de su existir: sus sueños.
Fue ahí donde lo comprendió, cuando ellos se lo dijeron. Sus personajes se habían puesto en huelga, negándose a salir para ser plasmados por toda la eternidad en una historia que no era la suya, obligados a querer a alguien solo para que un lector no se ofendiera, subestimando su inteligencia para aumentar suspenso, regresando a ser personajes delicados que necesitan ser rescatados, los villanos odiaban no poder mostrar su potencial. La protagonista quería ser libre, no atarse al primer hombre que conocía por muy guapo que era, así como él no quería ser como los otros “galanes”, millonario, codiciado y superficial, porque era mucho más que eso.
Al despertar la escritora se disculpó, no con los lectores ni con los bien intencionados comentaristas, menos aún con la sociedad que exigía variedad racial y sexual. Lo hizo consigo misma y sus personajes actuales y venideros. Fue una disculpa callada, íntima y personal que lo cambió todo. Bajaron las pancartas, quitaron el sello de clausurado y destaparon su oído interior, permitiéndole escucharlos otra vez.
Sus historias no eran perfectas para todos, siempre hubo alguien que se quejó, que no le pareció o que se negaba conocerla. Pero no tenía que complacer a todos. Aquellos que se daban la oportunidad de leerla disfrutaron cada momento, e incluso unos cuantos pudieron sentir la conexión con los personajes, haciéndolos propios, queriéndolos como la escritora lo hacía.
¿Moraleja? Sigue tus sueños, tanto ellos como los personajes de esta escritora, saben el camino a seguir incluso antes de que puedas verlo o comprenderlo.
– Sue FC –
