Bésala con ternura, tan lento que parezca trámite del gobierno. Hazle sentir que a su lado no existe el tiempo, que lo malo se queda en el pasado y lo bueno se vuelve un grato recuerdo. Disuelve los problemas con cariño espolvoreado en el café de la mañana. Sin prisa por el porvenir y brindándole seguridad para el futuro. Con paciencia para traerle de vuelta la calma, saboreando cada segundo con el roce de sus labios.
Bésala en la frente para recordarle que quieres estar con ella para siempre, sin importar los problemas que deban afrontar, lo harán lado a lado, con apoyo y comprensión. Derrotando la rutina, los celos de los envidiosos y las malas jugadas del destino. Asegúrate que esté consciente que cuando se sienta débil, tú serás el roble que le brindará protección.
Bésala con complicidad sin importar lo que diga la gente, a media calle entre la multitud, delante de curiosos solitarios. Aprovechando que el semáforo está en rojo, deteniendo los segundos, ignorando el flujo de tiempo, perdiéndote en la corriente eléctrica al contacto con su mano.
Bésala a media sonrisa, con júbilo en el corazón y por cuyo amor te delaten en las pupilas. Por gusto y no por obligación, porque es la compañera que elegiste para crecer día a día, con quien deseas compartir las alegrías de tu vida, en los días especiales, pero sobre todo en los comunes. Cuando menos los merezca porque será cuando más los necesite.
Bésala porque sí, ¿porque no?, simplemente porque quieres.
– Sue FC –
